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viernes, 18 de marzo de 2011

terapia de grupo

Maliiiiiiiiisimo! malísimo! malísimooooooooo!

Yo prometo que fui tipo open mind, aunque sin muchas expectativas, principalmente porque no tenía absolutamente nada que decir ni me sentía deprimida. Super absurdo todo.

El grupo es realmente pequeño, somos tres, mas la sicóloga que esta vez no era la misma de antes sino otra. Nos sentamos en la mesa y me dijo que una de las mujeres iba a llegar un poco tarde. A los pocos minutos llego la otra mujer. No recuerdo su nombre aunque recuerdo perfectamente su cara y su expresión totalmente ida. Caminaba con dificultad, como si cada paso, cada gesto, representasen un enorme esfuerzo. Inmediatamente me sentí mal de estar ahi con ella porque obviamente sus problemas parecen ser absolutamente mucho mas profundos que los mios. También me pareció conocida, es mas estoy casi segura de que la conozco, aunque tambien estoy completamente segura de que eso es imposible. Yo conozco muchisima gente, pero es imposible que la conozca a ella, y sin embargo parece como salida de un sueño o talvez de la televisión, no se. Ahi mismo me asaltaron las dudas respecto a si la terapia realmente estaba sucediendo o no, o si era imaginación mía. Pero bueno, ese es otro tema.

Entonces la sicóloga nos presentó y tal y me pregunto por que estaba asistiendo a la terapia. Buena pregunta, pensé yo que ya estaba totalmente a la defensiva y dispuesta a pasar toda la tarde haciendo chistes para no hablar de mis problemas imaginarios o no. Pero open mind como estaba decicida, le explique que no podía dormir y que buscando ayuda para resolver ese problema finalmente habia llegado a la conclusion junto con la sicologa y mi siquiatra de que estoy padeciendo de depresión. Y entonces, malísimo , la sicóloga me preguntó por qué estaba sufriendo de depresión, y que cuales eran mis problemas - nooooo la clasica preguntaaaa me dije yo - pero le contesté que no me acordaba ni siquiera cómo era que se sentía la depresión y que en ese momento lo único que me molestaba era la pesadez en el pecho y las palpitaciones que me causan las pastillas antidepresivas. Ahi llego la otra mujer que gracias a dios parecia estar tan poco deprimida como yo, joven y alegre y se sento a mi lado.

Ninguna de las otras dos mujeres parecia muy dispuesta a hablar, asi que finalmente me solté yo y comence a quejarme de las tipicas cosas que uno se queja en esos casos. No hice el mas minimo intento en tratar de explicar el proceso interno de soledad y desapego hacia las cosas, en realidad no creo que ninguna de las tres, incluida esta sicóloga sea capaz de comprenderlo. Peor aún, no creo estar yo misma demasiado interesada en compartirlo ni le veo el sentido a hacerlo. Lo que hice fue hacer que la dinámica funcionase. Es lo que hago. Hablo, me comunico, pero no necesariamente digo lo que que verdaderamente me corroe o me duele.

Si la terapia significa desnudarse obscenamente la intimidad del pensamiento más delicado y más secreto, yo creo que ninguna de las tres mujeres que estamos ahi va a sacar nada demasiado provechoso de ese tiempo.

Hoy tengo cita con el siquiatra. Temo que me cambien las pastillas aqunque temo todavía mas que no me las cambien porque no puedo seguir sintiendome con este mareito constante y sin poderme concentrar ni pensar claramente. Que duermo, si estoy durmiendo, talvez no debería quejarme, pero si, me quejo, me quejo de mi sensibilidad, me quejo de mi fragilidad, me quejo del terror que me produce mi propia vulnerabilidad en medio del mundo. Me quejo de la soledad. Me quejo por no saber, por no entender, por no poder hacer que los otros entiendan o me vean. No son esas razones suficientes... ?

6 comentarios:

Xindansvinto dijo...

Uy, para quejarse no hace falta ni siquiera tener razón. :)
Pero usted tiene motivos de sobra. Hace bien en quejarse. Es más, le diríamos que quejarse (pero de la manera en que usted lo hace) le va a hacer más bien que mal.
Por otro lado, lo que cada cual entiende por desnudarse es distinto. Aquí, por ejemplo, nos enseña su ombligo constantemente. ;)
La gracia de verbalizar no está en publicar la intimidad, sino en conseguir ubicar los problemas más allá de la mera esfera privada.
Aunque, claro, no sabemos si al decirle esto se nos entiende. XD

Xindansvinto dijo...

Bonita luna lunera, por cierto.

Adriana dijo...

Que dulce su comentario Xindas :) pero si, la gracia de publicar el ombligo, es que en el fondo es divertidísimo este viaje que aunque trágico en su fondo humano, es seguramente muy parecido al de cualquier otro mortal. En el fondo talvez, obligarme a compartir mis pesares, me haga sentirme finalmente algo más humana y menos rarita.

Ah y lo de la luna es pura practicidad, a ver si asi me entero de mis ciclos menstruales también, que el despiste ya sabemos el tamaño del despiste...

Aidé dijo...

Esa terapia de grupo no la entiendo ... cómo vas a hablar de lo más íntimo delante de un grupo de desconocidos?, no veo el punto, no sé como podría ayudarte una cosa como esa, en fin, suerte con Mellman o Melman o como sea su apellido ...

Un beso.

Aidé dijo...

Oh! estoy cayendo en la cuenta ... aquí somos un grupo de desconocidos, mmhhh una terapia for free para todos! qué bien! ...

Adriana dijo...

Aide: la verdad no me gusto nada la experiencia, ya veremos la proxiam vez que vaya, estoy planeando escribir las cosas de las que quiero discutir para no perder el tiempo.