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miércoles, 16 de abril de 2014

inútil reflexión sobre la locura



Cuando todo desaparece, hasta las ganas de respirar, el pensamiento se abre a la posibilidad de encontrar caminos desconocidos para reconstruir el sentido de las cosas. Después de todo no somos más que un manojo biológico que se mueve despiadadamente hasta el final. Una maquinita viscosa que se aferra al aire sin importar cuan espantosa sea la realidad. El camino por encontrar es la realidad escondida que los demás no pueden ni atisbar. El universo paralelo donde la única ley que vale es la propia.

Mi fantasia de vivir en un sanatorio es mas bien la fantasía de morir a la percepción. Dejar de sentir. Entregarme a las pastillas y soltar la responsabilidad de seguir manteniendo a un personaje que es capaz de adaptarse a la sociedad en lugar de simplemente soltarse a su verdadera naturaleza extraña y no hablar nunca mas con nadie. Esperar la muerte apaciblemente o encontrarla violentamente y lo mas pronto posible.

Talvez la locura se tan sólo eso. El instinto de muerte y soledad en oposición al instinto de reproducción y vida. La renuncia total a mantener al personaje social y la entrega total al monstruo que vive dentro.

El que no ha mirado a la locura de cerca no entiende cuán atractivo es descansar en sus brazos de hiena voraz.