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martes, 19 de julio de 2011

carne y huesos

Confundida. Cansada. Pero poquito. En realidad indiferente. Serán las pastillas? Puede ser. Es eso algo bueno? Talvez. Definitivamente. Si. Probablemente mejor que andar sintiendo en exceso y queriendo en exceso y en modo blanco o negro.

La semana pasada me sentía controlada. Como que estaba por la vía correcta y deseando sentirme bien.

Pero los acontecimientos de las vacaciones me han hecho ver las cosas de otro  modo y he quedado un poco como fuera de base como se dice en la jerga beisbolera. Fuera de base pero indiferente al juego.

Claro, estuve fingiendo que estoy normal, perfecta, alegre, bien. Ya, claro me tomo mis pastillas y todo bien. Para que nadie se preocupe. Pero está claro que la pose no se puede mantener por mucho tiempo. Y cuando las cosas se tensaron, el espíritu se derrumbó.

Uno tiende a pensar que el espíritu es perfecto, fuerte. Al menos yo tiendo a pensar eso. Soy buena, quiero ser buena, dios me hizo fuerte y por ende mi espíritu es fuerte y puedo con todo. Ayer mi instructor de yoga decía que cuando uno lleva al cuerpo intencionalmente al límite, en realidad lo que te mantiene firme es el espíritu. Y que trabajando el cuerpo, en realidad estás trabajando la mente, la paciencia, la resistencia, la negación del ego, que te lleva a la paz. Decía él que incluso los indios nativos americanos tenían un dicho respecto a esto que era algo así como que cuando el cuerpo no puede dar un paso más, el espíritu es el que da un paso adelante.

Pero qué cosa es el espíritu sino la propia mente?

Y qué se puede esperar de una mente enferma e indiferente?

Nada, la catástrofe. Porque entonces uno todo florecita ahi está esperando como una boba que salga el espíritu y lo sostenga a uno en sus horas negras, pero resulta que el espíritu que sale es la mente enferma que te hace reaccionar de la peor manera, enfermamente.

Si. es mejor darle algunas pastillas al espíritu ese para que se quede tranquilo.

Porque puede pasar que estamos equivocadas y nuestro espíritu no es ni fuerte ni positivo ni nada de eso.

Puede que adentro lo que uno tenga sea un monstruo, que se cree florecita.

2 comentarios:

Xindansvinto dijo...

Pero qué cosa es el espíritu sino la propia mente? Efectivamente.

Y qué se puede esperar de una mente enferma e indiferente? Curarse, no hay otra.

No espere a los monstruos de la razón, echése a nadar al mar abierto, como lo haría una ballena sabia, usted tiene arte de sobra, y todos sus sueños.

Adriana dijo...

curarse, curarse, curarse

ay mi Xindas, es usted un ángel.

mi mantra de hoy: curarse, curarse, curarse