Poco me ha durado mi entusiasmo.
La nube de las pastillas todo lo matiza, claro, gracias a dios porque si no, habría estado peor.
Yo siempre digo que soy muy florecita y debe ser verdad, porque igual que una florecita me espachurro de que me miren. Si se me quedan mirando mucho rato, paf! me sale un morado en el alma. Y quien sabe si hasta en el cuerpo.
Pareciera que de alguna manera muy torcida solo logro encontrar control en el dolor. El dolor es lo que me da fuerza. Cualquier tipo de dolor. Porque me cabrea. Y cabreada soy determinada. Partida por la mitad, porque cualquier cosa me hiere, voy construyendo mis paredes indestructibles pintaditas de oro por dentro.
Claro que esta vez no era mi cabecita loca la que buscaba ese dolor que me fortalece. Que fortalece mis paredes en realidad, porque yo ya estoy mas que machacada por dentro. Al menos he logrado identificar que no puedo resistir es la falta de control sobre las cosas. Eso me desespera, me hunde, me enloquece.
Como buen arquitecto no soporto la falta de estructura. Y la traición es así. Un golpe bajo a la fortaleza que uno ha construido sobre la confianza.
Las pesadillas de anoche: todas las cosas se transformaban en elfantes rojos que me perseguían por las calles para, como vampiros, volverme loca y roja y elefanta. Vaya usted a saber las cosas que piensa mi inconsciente cuando yo trato de dormir abrazada a mi almohadita.
7 comentarios:
Sueños elegantes, los de elefantes. :)
Resistir es complicado cuando todo se deshace alrededor (y dentro). Cada cual opta por su propio mecanismo para equilibrar sus paredes, para que el hueco sea óptimo para guarecerse, para... (para-para-pa-pa... nos ha salido una cancioncilla, jajaja). Sólo que hay que considerar el mal humor como una estrategia a corto plazo, algo así como agazaparse y dar un paso atrás para coger impulso.
Hay algo más que quisiéramos contarle, pero ya lo haremos. Mientras, un beso.
Ah mi Xindas, le ha salido un verso, sin esfuerzo! jajajaja
Pues si papaparapapam! a coger impulso. Y una de las cosas que estoy haciendo ya mismo es encontrar una nueva terapista que con mister map no me puedo relajar.
Y no se pierda usted mi nuevo dibujo que voy a publicar en un ratito. Que para eso sirven tambien los golpes, para inspirarse, y crear.
besos abrazos etc...
y espero con ansias que me cuente!
Ánimo Adriana y un abrazo que nunca viene mal.
Los sueños sueños son...
Salud.
Ah, el afan de control. A mi tambien me desespera no poder controlar todo. Es terrible, sobre todo siendo mama (sabes que yo todo lo veo bajo la luz de ser mama). Let go, let go, let go.
Estoy pachucha hoy, me quede en casa a ver si me mejoro de esta peste.
Lamento haber estado ausente, echaba de menos leerte; cuando te leo, me leo, y es bonito, y consuela, vernos reflejadas en otra persona, aunque el reflejo sea doloroso.
Te comprendo Adriana, comprendo la obsesión del control, porque me ha dominado, porque me he negado a comer durante demasiado tiempo por no perder el control en algo, porque sigo necesitando el control y el perfeccionismo, y todo lo que se me escapa de las manos me duele como si me rompieran en mil pedazos.
Comprendo tus pesadillas, porque mi inconsciente también me odia y me atormenta por las noches con persecuciones, violaciones, sangre, terror y ansiedad.
Y así vivo, así vivimos, pero que hermoso poder vernos, indagar en nuestro interior, aunque duela, aunque duela tanto, somos mujeres valientes Adriana, porque no cualquiera tiene el valor de mostrar su dolor, de aceptar sentirlo, para luego curarlo.
Este es nuestro primer paso, será duro y largo, pero lo estamos haciendo.
Sigue luchando por ser consciente, por verte, dejate sentir y ser tal como eres, encuentra la raíz, y comenzará a sanar; te lo aseguro.
Un abrazo linda.
joplin, que linda... mil gracias y otro abrazo también para ti...
Dahlia: me acompañan tus palabras, tan dulces, y por ahi te respondo más en privado. Pero si... este primer paso esta resultando ser mas largo de lo que planeaba en mi imaginación de perfeccionismo. Que yo pensaba que me iba a curar en dos semanas y NADA.
Publicar un comentario