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martes, 17 de enero de 2012

monólogos psicoterapéuticos xviii o la segunda parte de la triste infancia de chase

A ver niñitas/os, no se me escandalicen tanto que me traumatizan.... más. La cosa no es/fue tan terrible. O si lo fué, pero todo se supera. Todo, absolutamente todo se supera.

Para las que se preguntan de qué sirve volver y volver y volver a recordar el pasado y los traumas y esas cosas, pues la respuesta es bastante terapéutica. Uno vuelve allí, porque uno necesita saber qué sintió. En mi caso es saber qué reprimí. Poruqe todas las cosas que se reprimen, pues, se quedan allí. Como la basura comprimida en los contenedores de basura.

Y que pasa con la basura comprimida? Correcto. Se pudre. Hay que sacarse la basura. Ahora que lo verbalizo, talvez esta obsesión mía por purgarme sea una respuesta inconsciente a esa necesidad. Pero me estoy desviando. Yo lo que quiero contarles es de la maravillosa terapia que practiqué el viernes con mi Claudia.

Resulta que después de contarle a ella la version un poco más alargada de la triste infancia de Chase, ella como siempre me atajó en el acto de querer cambiar el tema y no me dejó. El ejercicio era decirle a mi papá lo que no le puedo decir en persona.

Y resultó que no tenía nada que decirle. Que no quería decirle nada. Pero que sí quería hacer muchas cosas. Y entonces Claudia me dio rienda suelta a la imaginación y me fue preguntando que sientes aqui y que sientes allá y cómo es su cara  y que te dice mientras tu haces esto o aquello etc.

Abran su mente niñitas/os que lo que voy a describir a continuación no es bonito. O paren de leer inmediatamente.

Lo que hice con mi padre fue lo siguiente: Tomé uno de esos tirros de plomo y envolví a mi papá completamente. El estaba en posición fetal. Y yo lo envolví y lo envolví y lo envolví hasta que no quedó ninguna parte suya visible. Después lo tiré, vivo, en un agujero muy muy hondo en la tierra y lo tapé con tierra para que nunca nadie lo pudiese encontrar ni escuchar nunca más.

Claudia claro, me preguntó qué decía mi padre mientras yo lo envolvía. El lloraba y se justificaba por no haberme amado como tantas y tantas veces se justificó metido en mi cama borracho y llorando y tocándome, mientras yo estaba petrificada sin poder hablar, sin poder llorar, sin poder soltarme de él.

Le dije a Claudia, - no me interesa lo que tenga que decir, ya lo he escuchado muchas veces y no quiero volver a escucharlo nunca más, nunca más. A lo que Claudia agregó, -  pero si tuvieses que escucharlo, que harías? - Lo patearía, lo patearía hasta volverlo una masa sanguinolenta, hasta que dejara de hablar. Y después lo enterraría. - Vivo? - Si, vivo, no me interesa si está vivo o muerto.

Después de ese ejercicio seguimos conversando de otras cosas de mi niñez y de pronto mi Claudia me soltó asi, sin anestesia. Adriana, a ti tus padres te usaron como el inodoro de sus problemas, como una letrina, como una poceta.

La imagen de una poceta-adriana me vino a la mente. Me vi llena de la mierda de mis padres, maltratada injustamente, usada cmo un objeto deseschable, y lloré amargamante.

Pasaron dos cosas en la terapia, muy importantes creo yo. Una es que a través de la imagen de soltar todo lo que quisiera sobre mi padre, en realidad estaba haciendo una proyección de lo que mi padre hizo conmigo en mi niñez. Inmovilizarme, controlarme, enterrarme viva sin importarle mis sentimientos.

Literalmente como quien tira un papel sucio de mierda en la poceta.

Como es esto terapéutico? se preguntarán ustedes. Pues muy simple. Lo que uno aprende en la infancia se queda fijo allí hasta que se conscientiza y se cambia.

Yo aprendí que no puedo seguir siendo la depositaria de la mierda de nadie más. Nunca más.

10 comentarios:

Xindansvinto dijo...

Cuenta la leyenda que hasta en los lugares más inhóspitos crecieron flores hermosas...

Afortunadamente, usted es una mujer y podemos prescindir de la botánica para admirarla.

Un fuerte y saludable abrazo!

Dread. dijo...

Opino que si, que es muy imporatnte expresar y recordar las cosas mas duras que nos ayan pasado, a mi nunca me paso nada ni la mitad de malo que a ti.. pero si tengo cosas que pienso que me han afectado mucho de manera negativa y de las que no me atrevo por ejemplo a hablar en voz alta.. pero bueno alguna vez las e escrito, y al recordarlas y afrontarlas.. pues no se, como que te cambia la maera de ver las cosas..
asi que espero que te sirviera bien hablarlo con tu amiga, desahogarte...

por cierto, el muñequito ese que cae entre las pompas a la dcha de tu blog me ha echo sentir un poco enferma ajajja, joder pobre mujer que ostias se da, y yo lanzandola por ahi :/
xD

un besazo!

Adriana dijo...

Xindas: Si, las flores crecen donde sea!!! Usted es siempre tan amable, por eso lo queremos mucho!

Adriana dijo...

Dread: Claudia no es mi amiga, jajaja es mi sicóloga! :)

No importa si lo que nos paso es fuerte o no, si nos afecta, es importante y si nos enferma, pues hay que curarlo no crees? besitos!

Anónimo dijo...

Ok, yo saco la basura comprimida y la pongo dónde? ... si no la transformo va a seguir apestando esté donde esté creo yo, y voy a contaminar lo que más amo ... por eso, elijo perdonar ...

gracias por la respuesta a mi pregunta.

un beso

Aidé.

Adriana dijo...

Ah buena pregunta, hoy que tengo terapia, le pregunto eso a claudia, ahora que hacemos con la basura??

Lo de perdonar es todo un tema Aide... no me des cuerda :D

Anónimo dijo...

Me alegra tanto que hayas caido en ese insight. Ahora que eres consciente de ello, no queda mas que cambiar. Te quiero Adri.

Z. dijo...

No se cuantas veces te lo he dicho, pero lo repito, eres muy grande.
En una terapia de grupo que hice, practiqué un ejercicio parecido al que estás comentando, dónde el objetivo final, era que mi compañera si hiciera pasar por mi padre y me explicara los motivos que tuvo para hacerme daño, y así, yo poder perdonarle.
Obviamente no es tan sencillo pero entendí que la recta final es el perdón, para poder liberar a papa, a mama, y a todos aquellos/as que guardamos encerrados en una jaula mental. Y aunque ellos sean la jaula, la jaula es quién nos domina a nosotras, porque jamás obtenemos el control sobre nuestras vidas.
Una revive el pasado una y otra vez, y es doloroso, pero como bien dices, sólo así se puede comprender.
Así que mucha fuerza, en todo camino hay luz y tú estás muy cerca.
Un fuerte fuerte abrazo, con cariño y admiración.

Adriana dijo...

Blueberry: de hecho me siento más liviana! La cosa es que ahora no se para dónde cambiar, o caminar... peor todo se andará sin duda :)

Adriana dijo...

Dahlia: mil gracias por tu comentario, por tu presencia. Fuiste la primera en comentar este blog, ni se cómo llegaste aquí, pero quería decirte, que el día le leí tu primer comentario me sentí muy acompañada... Todo mi cariño y admiracion por ti tambien!