deseos macrobióticos |
Hoy me voy a referir a un tema que alguna vez leí esbozado en el blog de una amiga que estuvo luchando con su anorexia por dos largos y duros años. No la nombraré por respeto a su privacidad.
A mi muchas veces me sucede que la rutina infinita de comer tres veces al día, me parece excesiva y agobiante. No ha terminado uno de comerse el desayuno cuando ya estan preguntando por ahi que es lo que se va a comer cuatro horas después y asi, eternamente. Tampoco se puede comer un montón una sola vez al día uy olvidarse de eso, porque lo que cabe en el pobre estómago es en realidad muy poco y efectivamente, a las cuatro horas uno ya está instintivamente buscando qué llevarse a la boca. Y después, como en mi caso, la sensación de pesadez, llenura y culpa es insoportable. principalmente porque se sabe que en poco rato volverá la presión social por volver a comer.
En fin, el caso es que decía esta amiga que la anorexia es en realidad un don de la naturaleza para adaptarse a condiciones desfavorables, porque en realidad el ser humano NO evolucionó para comer tres o cuatro veces al día. En realidad el hombre de las cavernas comía cuando se podía. Cuando el recolector encontraba qué recolectar. Cuando el cazador encontraba qué cazar. El resto del tiempo se vivía de lo acumulado en el cuerpo. Así que la posibilidad de pasar varios días sin alimentarse y seguir teniendo energías para cazar o seguir buscando alimento, )además de un apetito voraz digno de bulímica o binge eater) resultaba más que una enfermedad, una capacidad de adaptación deseable.
Visto desde este punto de vista es comprensible la tradición de celebrar determinadas fechas con grandes banquetes. La navidad el día de acción de gracias, etc. Eran días especiales, porque esos días se comía más. Y era una celebración, porque el resto de los días esto no era así. No se comía tanto.
Es ua costumbra relativamente nueva para el ser humano esto de estar obligado a tener tres comidad nutritivas al día y mucho más pensar que uno necesite 2000 calorías y generalizar ese número a todas las personas.
Falsa sociedad engañosa. Y lo he dicho antes. No hay que dejarse engañar.