Seguidores

martes, 31 de mayo de 2011

aventuras psicoterapéuticas 1

En realidad no fue nada surrealista. Menos mal. Nada que ver con mis experiencias en Howard University Hospital. Un poco raro, si, porque la mujer se sentó a escucharme en un cuarto super arregladito y lindo mientras yo me senté en un sofá... No me acosté, ojo, solo me senté, sin exagerar, a ver. Por qué me parece raro eso? que absurdo... si es lo NORMAL!!

Lo único fastidioso es que el sofá es de cuero y me da un calor! Ya sé para no ir con pantalones a las citas, o llevarme un abanico, que el verano washingtoniano se las trae.

Pues yo había pensado que la sicóloga me iba a guiar en el asunto, sin embargo se limitó a escucharme y básicamente me dió la razón en todo. Lo poco que me dijo, vamos, que ahi la que habló hasta por los codos fui yo. Dije tanto, que no sé ya qué mas voy a decir este próximo jueves. Casi que me da verguenza poder resumirlo todo en cincuenta minutos. O es que el antidepresivo me tiene tan tranquila que ya no sé qué fue lo que paso en los últimos tres meses...

Sin embargo hay una pregunta que ella me hace constantemente y que no sé responder y que me pone nerviosa.

Ella pregunta siempre en el momento más inesperado: - Y tú qué sentiste?

Y yo no sé qué contestar. Me quedo como en blanco, pensando. Creo que aveces no me acuerdo. Creo que talvez es que me causa algo de frustración no saber definir lo que siento o sentí en un momento determinado. O es que la sensación de vulnerabilidad es tan overwhelming que no puedo sentir nada más que eso.

blah blah blah.

Por cierto que anoche soñé con Charlie Sheen. Eramos amiguísimos y yo andaba vestida como de niñita con un vestido de tafetán color salmón. Ahora que o verbalizo eso es casi una pesadilla. (vestirse así, quiero decir, no ser amiga de Charlie Sheen)

1 comentario:

Xindansvinto dijo...

Lo que se siente es importante abordarlo, para que no se quede en la descripción abstracta del hecho y usted misma pueda indagar en la verdadera importancia que tiene tal hecho: en la manera en que le afecta. Claro que no es fácil, pero ya irá abriendo ventanas...

Salud, Adriana, con o sin pantalones. ;)

Ah, por cierto: ¿Así que en sus sueños bonitos aparece Charlie Sheen y usted está ahí dulce e inocente, como un caramelo? Ay, qué cosas! :D