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martes, 13 de noviembre de 2012

panic

Esto no puede seguir asi.

Juro que he tratado de comer como una persona sana y normal.

Se que puedo hacerlo. Lo hago. Pero no creo que me haga ningún bien.

Comer, engorda.
Comer, da ganas de vomitar
Comer, hace que uno quiera tomarse 3, 5, 7, 10 laxantes. O peor aún, que se los tome. y toda esa mierda.
Comer hace que uno sienta que esta fallando en la vida.

asi, que

Esto no puede seguir asi.

10 comentarios:

Xindansvinto dijo...

Su problema no es la comida. Sus ganas de vomitar, su fijación con los laxantes y toda esa mierda, apenas tienen que ver con la comida. Deje de mentirse, su problema no es ese. La comida no es la causa de su malestar, repudiarla es una de sus manifestaciones pero no la causa. Una mentira reiterada no la convierte en verdad, como mucho consigue ser mero engaño. A partir de ahí, las conclusiones que saque pueden ser igualmente nefastas. Es decir, como hasta ahora.

No nos gusta regañarla. Pero la instamos a que rompa con sus prácticas de vudú. Deje de clavarse alfileres.

Bárbara dijo...

mmm...si, es cierto lo que dicen arriba...el problema no es la comida, yo diría que es una consecuencia...o una "solución" a problemas mas graves... Pero si no tenemos otra alternativa...(que te voy a decir yo, si estoy igual que tu)

un abrazo y muchos ánimos!!!

Anónimo dijo...

Lo has descrito a la perfección. Un beso querida

Adriana dijo...

Xindas... bueno la comida no es el problema, pero fastidia!!

Adriana dijo...

Martina: yo tambien estoy contigo, querida :)

Adriana dijo...

Sullen, lo mas fastidioso es qe es TODOS LOS P.... DIAS! :(

Anónimo dijo...

Hola, debo empezar que me interesa comentar sobre lo escrito por Adriana, pero la nota del mejicano regañón me atrajo
por la cantidad de imprecisiones que me indujo su lectura.
(nota: puse J ni no X porque el castellano anterior al siglo XV, no se me da mucho)
Primero entendí que la nota del mejicano regañón era bien intencionada y pienso que la nota tiene un humor implícito,
rasgos que parecen disculpar el conjunto de sobreentendidos y las influencias de las películas de Hollywood.
Empiezo por lo último, los amarres de muñeco del vudú americano o del voodom africano, eran “amarres”,
es decir se usaban cuerdas, no incluían los alfileres modernos con su cabezal redondo, si bien,
hoy en día son de uso generalizado, ello se debe más al guardarropa de las películas de cine, que a las prácticas tradicionales,
pero el error más esencial de la alegoría, es que jamás un muñeco vudú es autoinfligido, de ahí
el ruido conceptual que me causo la lectura del consejo final de la nota del mejicano regañón.
Verdad y mentira, dos asuntos de grave connotación escolástica, hacer afirmaciones en 6 líneas y además
incluir una paráfrasis a lo dicho por el ministro de propaganda del tercer reich, parece una abrupta y
apretujada erupción de erudición prestada.
Por último, llegar a la conclusión que las prácticas de Adriana esconden motivaciones no relacionadas con sus actos,
me trae a la mente una imagen, un bañista que se lanza a una piscina pública en verano, atestada de gente y cuando sale a la superficie
grita entre el bullicio: “El agua moja”.

Un asunto adicional de índole personal: A usted le gusta regañar, deje de engañarse.

El hirsuto vengador

Adriana dijo...

Querido anonimo: ustedes y sus regañaderas, si no me regañan a mi se regañan entre ustedes.

En fin , que no es mejicano, El Monarca Xindas es Octopusiano!!

el agua moja, si asi que deje usted de vengarse en mi nombre que yo me defiendo solita.

Anónimo dijo...

Bloguera Adriana, me disculpo por abusar de su confianza
y usar su espacio de encuentro social, sin antes pedir permiso
o al menos avisar de mis intenciones.
De mis intenciones debo aclara que usted acertó al descubrir
que la estructura de mi comentario era un regaño, un gran regaño,
un poco para demostrar que una cachetada no puede ser descrita
como una caricia.
Lamentablemente el objetivo de mi nota nunca fue tratarla a usted,
como una minusválida, y salir a defenderla de un comentarista
bienintencionado, pero bastante desenfocado.
La clave está en la frase “el ruido conceptual” que puede leerse
en mi regaño original, tal vez la confusión surgió por mi seudónimo,
en esta ocasión escribiré mi seudónimo con todos los apellidos.
Debo mencionar que llamar mejicano a su comentarista
(por lo visto lo de regañón, se entiende bien) fue por su uso
del término "mero" que a pesar de la globalización de las
series de TV mejicanas, su uso coloquial generalmente
delata un nativo de la Nueva España. (tengo entendido que mero
es el nombre dado a un pez en Venezuela).
Nuevamente, reciba mis disculpas por las molestias
causadas en la armonía del clima social de su comunidad bloguera.


El hirsuto vengador de huevonadas.

Adriana dijo...

whaaaat? no, la palabra mero se utiliza en todas partes del mundo, querido vengador.

Me muero por comerme un buen mero sin embargo (a la plancha claro esta) cuando este por Caracas, y talvez despues, no me lo saque.

Me encanta que defienda usted todas las huevonadas que se le ocurran, pero recuerde que yo siempre le regalaba mi comida asi que deje de darme cachetadas. :)