Ayer en mi sesión sopotocientos noventa y nosequé de mis monólogos psicoterapéuticos con mi querida Claudia estuve llorando media hora. Fue como un dique que se hubiese roto. Tenía semanas intentando contenerlo, habia faltado a las citas, al yoga, hasta había faltado al blog. Estaba como buscando alejarme lo mas posible de todo y de todos. Estableciendo distancias con todas las cosas. Y si. También estaba comiendo menos.
Es impresionante lo rápido que se cierra el estómago cuando uno deja de comer por un dia. Al dia siguiente uno ya no es capaz de comer una porcion entera de nada. Y el asco va en aumento y en aumento.
Pero no voy a hablar de eso. Yo vine a hablar del monstruo. Del monstruo peludo que soy.
Yo soy un monstruo. Adentro de mi no hay una mujer bonita, ni una niña asustada. Soy hay un monstruo pequeño y negro y peludo que baila absurdamente. Un gnomo contrahecho que se burla de todo y de todos.
Al monstruo hay que tenerlo encerrado la mayor parte del tiempo.
Pobre monstruo. Es un monstruo triste que se burla para defenderse de su dolor. El dolor lo ha ido encogiendo mas y mas a medida que han transcurrido los años. Se ha ido arrancando la piel y los pelos para que no le duela tanto. Pero invariablemente nacen nuevas pieles y nuevos pelos sobre las antiguas cicatrices.
Pero Claudia dice que hay que sacar al monstruo y darle espacio. Desamarrarlo. Y preguntarle cómo se siente. Pobre Claudia ella tampoco sabe. cómo mas se va a sentir el monstruo si nadie lo ha querido nunca. Es un pobre monstruo encerrado y abandonado que no sabe nada de nada. Solamente sabe llorar. Y eso es lo que hace cuando uno lo desamarra. Llorar. llorar y llorar hasta que el absurdo y la enormidad de su propio llanto rebasa los límites de su piel y entonces se ríe histéricamente. Y ahí es cuando hay que volverlo a amarrar y a guardar en el cuarto oscuro.
El monstruo peludo que baila absurdamente y que no sabe si reir o llorar, sólo sabe vivir en la oscuridad y en el silencio.
3 comentarios:
El monstruo hay que dejar de tratarlo como a un monstruo para que deje de serlo. Besos.
Ma petite. Quisiera ayudarte con tu caós, ese que te lleva a sentirte asi. A veces es necesario alejarte de todo(s) aunque sea por solo un periodo corto de tiempo... te da perspectiva tomar distancia.
Deja de llorar, te quiero monstruo peludo <3
Dale más espacio Adri. Quizá si lo dejas salir, a pesar de sus histerias, manías y defectos, encontrarás también sus virtudes y le hayarás el punto fuerte a todo esto. Te quiero!
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