Estas dos últimas semanas ( o tres, no recuerdo) han sido caóticas por alguna razón que no sé razonar.
El caso es que debo confesar que he estado siendo un desastre con mis medicinas y que no me las estoy tomando como di@x manda. O como manda Mellman en este caso. Tampoco he pedido cita con él desde diciembre, es decir que tengo tres meses que no lo veo y sigo sin ser capaz de hacer una sola estúpida llamada telefónica.
Por que será que a mi me cuesta tanto trabajo hablar por teléfono? Es una tortura, en serio, me siento SUPER montuna, como una salvaje que no se adapta. The feral girl in DC.
Obviamente no estoy lista para dejar las medicinas pues mi estados de animo han estado fluctuando cual bombillo de neón que no termina de prender. Mi closet parece una campo de guerra, yo, que suelo ser tan ordenada, he dejado de ordenar.
Ayer tuve uno de esos ataques de llanto espontáneos e inexpliocables y luego en la noche andaba hyper. Tanto que a las nueve de la noche, sali a regar las plantas con la manguera. Y ese frío que hacía, yo ni lo sentía.
Con lo de los laxantes, na de na. Yo me jactaba que ya lo habia superado, y esta semana ya llevo ocho.
Y el agotamiento. Otra vez estoy quwe no puedo dar dos pasos sin quererme morir. Tiene que ser que no estoy lista para dejar las medicinas. La ilusión de que estoy curada es eso, una ilusión. Sin mis medicinas me vuelvo un trapo.
Buenos días/tardes.
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