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miércoles, 29 de agosto de 2012

cocktails

Ayuno y purga. Dos dias de ayuno, dos dias de purga. La vida social es una carga demasiado pesada para una persona como yo. No tengo el mas mínimo amor por mí misma. El monstruo peludo se quiere morir, casi siempre. Y mis cocteles nocturnos no me matan, pero supongo que ayudan al largo plazo. No me voy a morir por tomarme seis pastillas todas las noches. Sólo voy a ser un poquito mas zombie y a alimentar mis deseos de volver a ser imposiblemente delgada. Me importa un pepino lo que piensen los demás. Los demás no están cuando yo me hundo de llanto en la poceta. Y adelgazar siempre ha sido la cosa más exitosa que soy capaz de hacer. Ser cochina es lo mejor que se hacer. Es lo que soy. Asi me hicieron. Inmadura y cochina.

jueves, 16 de agosto de 2012

the hairy monster

Ayer en mi sesión sopotocientos noventa y nosequé de mis monólogos psicoterapéuticos con mi querida Claudia estuve llorando media hora. Fue como un dique que se hubiese roto. Tenía semanas intentando contenerlo, habia faltado a las citas, al yoga, hasta había faltado al blog. Estaba como buscando alejarme lo mas posible de todo y de todos. Estableciendo distancias con todas las cosas. Y si. También estaba comiendo menos.

Es impresionante lo rápido que se cierra el estómago cuando uno deja de comer por un dia. Al dia siguiente uno ya no es capaz de comer una porcion entera de nada. Y el asco va en aumento y en aumento.

Pero no voy a hablar de eso. Yo vine a hablar del monstruo. Del monstruo peludo que soy.

Yo soy un monstruo. Adentro de mi no hay una mujer bonita, ni una niña asustada. Soy hay un monstruo pequeño y negro y peludo que baila absurdamente. Un gnomo contrahecho que se burla de todo y de todos.

Al monstruo hay que tenerlo encerrado la mayor parte del tiempo.

Pobre monstruo. Es un monstruo triste que se burla para defenderse de su dolor. El dolor lo ha ido encogiendo mas y mas a medida que han transcurrido los años. Se ha ido arrancando la piel y los pelos para que no le duela tanto. Pero invariablemente nacen nuevas pieles y nuevos pelos sobre las antiguas cicatrices.

Pero Claudia dice que hay que sacar al monstruo y darle espacio. Desamarrarlo. Y preguntarle cómo se siente. Pobre Claudia ella tampoco sabe. cómo mas se va a sentir el monstruo si nadie lo ha querido nunca. Es un pobre monstruo encerrado y abandonado que no sabe nada de nada. Solamente sabe llorar. Y eso es lo que hace cuando uno lo desamarra. Llorar. llorar y llorar hasta que el absurdo y la enormidad de su propio llanto rebasa los límites de su piel y entonces se ríe histéricamente. Y ahí es cuando hay que volverlo a amarrar y a guardar en el cuarto oscuro.

El monstruo peludo que baila absurdamente y que no sabe si reir o llorar, sólo sabe vivir en la oscuridad y en el silencio.

jueves, 9 de agosto de 2012

my first split

oh yeah!
Oh si que emocion!!!  Sólo lo puedo hacer de un lado, porque del otro, todavía el tendón duele un poquito y no quiero volvérmelo a joder. Pero si. Ya soy capaz de abrirme completa hacia adelante. Anoche hasta soñé con eso, que podía abrirme y que era toda flexible y tal.

Lo loco es que SOY flexible y tal. Pero no me lo creo. De hecho despues de la clase estaba de muy mal humor. Como si no hubiese logrado nada. Que loca estoy, que histérica. Lo próximo es comprarme unas extensiones para empezar a rotar el hombro y asi poder hacer el full bow pose.

Que manías mas raras esto de no querer comer. De sentirse culpable todo el tiempo por comer. Pensar, los demás pueden comer de todo, pero yo no. Yo no puedo. Como si hubiese una prohibicion no escrita contra mi. Ese tipo de cosas. Ese no sentirse parte del todo, sentirse un paria. Ayer me decia una lectora, eres digna del amor de tus padres por el simple hecho de haber sido concebida. Si claro eso lo se. Uno como ser humano es digno de todo, de la felicidad principalmente. Y yo siempre he opinado que la felicidad es cosa de ponerse a ello. Cuando no estaba enferma,  - o cuando no sabía que estaba enferma - podía justificarlo todo. El abuso de mis padres quedaba justificado por su propia enfermedad y su debilidad.

No es como que ahora no siga estando justificado, es que ahora SI me doy cuenta de que lo que hicieron, justificado o no, me dañó. Me hizo un daño irreparable. tan irreparable que no creo que pueda dejar de depender de las pastillas antidepresivas y anxioliticas por mucho tiempo. Y como ahora lo sé y tengo una medida real del daño, pues siento rabia. Y ya no puedo seguir ocultando o ignorando la rabia. Y no es justo que nadie lo pretenda tampoco. No se trata de perdonar, perdonar uno perdona. Uno no es siquiera quién para decir que no perdona o que no entiende. Pero yo tengo derecho a sentir mi rabia, yo tengo derecho a darle el espacio que se merece y a expresarla. No es justo que no lo haga, no es justo que me lo trague y no es justo que siga pensando que no merezco ciertas cosas poruqe no pude aprender a merecerlas.

Pero cuando uno padece de una enfermedad mental la cosa se complica. Porque lo absurdo de sentir cosas tristes es más absurdo mientras uno menos está en una situación triste, pero es un poco irremediable. Por eso es una enfermedad. Las pastillas sin duda que ayudan, poruqe el pensamiento absurdo se va mucho más rápido, pero no se va sin luchar por su sitio en el hilo racional de los pensamientos y trsitemente aveces nos convence de que lo que dice es cierto.

Tengo que recordar conscientemente que mi tristeza irracional es un desbalance químico y compensarlo con otras químicas como las endorfinas de hacer deporte. Aunque aveces lo compense con otras quimicas un poco menos sanas como las de la adrenalina de autolesionarme. Pero mas que todo poruqe socialmente no es aceptable.

Ah, la incomodidad que uno le proporciona a la higiene social dominante. Ya lo decía Saguzaharra.

miércoles, 8 de agosto de 2012

nadie

this is what I am
Nadie puede entenderme.

Porque nadie conoce quién soy realmente.

Soy como una muñeca de trapo, hecha de retazos recosidos de mi misma.

Talvez soy nadie.

Solo muestro un pedacito de mi, porque me averguenza ser quien soy. Me averguenza no ser perfecta, me averguenza tener miedo. Me averguenza no haber sido digna del amor de mis padres.

Yo no sé cómo se supera eso, estoy clara en que el perdón no es el camino. Y la aceptación tampoco.

Es decir, la aceptación es evidente, no puedo cambiarlo. El perdón es ponerse por encima de ellos y yo sé que lo que hicieron lo hicieron por causa de sus propios demonios.

Y qué.

Acaso sus demonios eran mas importantes que los míos? Tenían que aplastarme a mi para poder liberarse?

No lo creo.

No sé cómo levantarme. No sé ser nadie. Tan sólo me observo vivir, desde lejos. Y aveces me gusta y aveces no me gusta.

Me gusta ser flaca y verme joven, poruqe me da la ilusión de vivir la fantasía de lo que no pude vivir cuando me tocaba vivirlo. Es una necesidad vital de mi psique.

Aveces siento que lo que tengo que hacer es encerrarme a llorar, por varios días, y llorar, llorar, llorar todo lo que no pude llorar antes. Soltar todo el dolor que me he negado. Pero no sé si soltando el dolor me voy a quedar vacía. Me da miedo estar vacía.

El dolor es lo único que tengo.

viernes, 3 de agosto de 2012

54

Un horror.

120 libras. Cualquier cosa por encima de 100 debería estar prohibida. Y aqui estoy después de haber tocado unos gloriosos 95, otra vez en esa zona horrenda de unos sanísimos 54 kilos.

Estoy absolutamente horrorizada de ese numero y no lo puedo permitir. I'm sorry. Hare lo que tenga que hacer. Yo sé como hacerlo. Yo puedo, yo puedo.